La técnica resuelve los problemas que la técnica crea. Este es el principio optimista con que algunos encaran la gestión global del cambio climático. No así la Royal Society, que ha advertido de los riesgos que supondrían las investigaciones de geoingeniería a gran escala para la gestión de la radiación solar. Los eventuales beneficios de esas tecnologías no compensarían los riesgos de intentar manejar la radiación solar que recibe el planeta. Sin embargo, no hay acuerdo sobre la oportunidad de establecer una moratoria para este tipo de investigaciones.